
El origen de las petisas que hoy tenemos se remonta a San Pedro (Bs. As.) en la década del 40 cuando mi abuelo, Raúl Cogan en sociedad con Rafael Obligado, importan unas petisas Welsh desde Gales. Años mas tarde, en la década del 60 se traen al establecimiento El Chamico, ubicado en el partido de Maipú, provincia de Buenos Aires, una manada de petisas propiedad de mi abuelo en sociedad con Albertito Chas, a las cuales se les da servicio con un padrillo árabe origen Mitre, del cual nadie recuerda el nombre pero que fue comprado en la exposición ganadera de Palermo.
Si bien no se realizo un seguimiento de las petisas, durante varios años se llevaron productos a la exposición de otoño de Fomento Equino en Palermo, y en una ocasión una tropilla de petisos resultó premiada (la madrina de la misma es hoy la yegua madre mas vieja)
En el año 1989 decidimos comenzar con la cabaña inscribiendo 10 yeguas y 2 padrillos como base y compramos a Buen Amigo El Ensueño, un padrillo de El Mediodía S.A. (cabaña que ha ganado varios premios en Palermo)
Fuimos seleccionando e incorporando muevas yeguas, incluso llegamos a tener 20 yeguas madres y dos padrillos en servicio.
Durante algunos años de crisis, mantuvimos la manada pero no inscribíamos los productos.
En el año 2000 decidimos disminuir la manada a 10 yeguas nuevamente. Fue casi providencial ya que una vez preñadas todas las yeguas, muere El Ensueño.
En el año 2002 y viendo el desarrollo de los potrillos, dejamos un hijo suyo como padre de cabaña y tres potrancas. Durante ese año pedimos la inspección de las crías y reiniciamos la cría inscribiendo los productos.
Desde 1990, la selección de los petisos se baso en tres pilares fundamentales: Funcionalidad para vender petisos deportivos, atletas, enérgicos; Belleza que haga enorgullecer a quien lo monta y Mansedumbre esencial para poder tener el titulo de "montura de niños" que es en definitiva lo que identifica al verdadero pony.
Nuestros petisos se destacan por su mansedumbre, docilidad y buen carácter.